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La decisión de declararse en bancarrota es algo muy personal. Hay personas que creen que nunca deben hacerlo. Para ellos es algo que no debe ser legal o es completamente incorrecto. Otros lo ven como un derecho que nos ofrecen nuestras leyes civiles para el beneficio de la familia y bienestar económico de la misma.
Uno de los pros obvios es que uno puede borrar o descargar todas las deudas que tiene relativamente rápido sin tener que pagarlas. Otro es que en la Florida le dejan quedarse con el hogar principal de la familia, como definido por las leyes de Homestead, o Ley de Familia de la Florida, más créditos para los carros y otras propiedades personales. Adicionalmente, el declarante en bancarrota también acelera el proceso de mejorar el puntaje o índice de crédito con los tres(3) Angencias de Crédito. Uno recupera más rápido su buen crédito después de una bancarrota que si no se declara y continúa por años con dificultades pagando el mínimo a las tarjetas.
Ahora, cuando hablamos de los contras, hay que mencionar la mancha de 10 años en el historial de crédito que causa el registro de una bancarrota. Aquí también hay confusión. ¿Por qué lo digo? Porque aunque el registro de la bancarrota dura 10 años en nuestro reporte de crédito, también es cierto que uno recupera y mejora su índice de crédito en los primeros 2-3 años. Otra desventaja significativa es que en los primeros 5 años es más difícil comprar una casa después de haberse declarado en bancarrota; aunque tampoco es imposible.
Como todas las decisiones importantes que tomamos en nuestras vidas, la bancarrota es una de ellas. En mi opinión, solo debe considerar llevarla a cabo después de hablar con un abogado con experiencia que pueda aconsejarle sobre las opciones más favorables en su caso y soluciones a su alcance.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]